“Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo.”
Lucas 5:26
Con esta parábola lo que Jesús estaba enseñando a sus oyentes es que no podían continuar con el antiguo estilo de vida, una vida basada en el arrepentimiento, en la obediencia y en las obras (la vida del Antiguo Pacto) y al mismo tiempo usar a Jesús solamente para ciertas áreas de sus vidas. Los fariseos creían que cuando el Mesías viniese, les enseñaría la Ley y les permitiría vivir una vida de perfecta santidad tapando los agujeros que había en sus vestiduras. Sin embargo, cuando viene el Mesías, éste les dice (estoy parafraseando): “Yo NO voy a cubrir los agujeros de vuestras ropas, yo NO soy un simple remiendo que tapa vuestros pecados y vuestra ignorancia, yo quiero que me recibáis a mí completamente viviendo la nueva vida que yo os doy para que os podáis vestir con las vestiduras del Nuevo Pacto, vestiduras de salvación, de justicia y santidad por medio de la fe en mí”.
Lamentablemente, muchos que afirman vivir por la Ley, cuando pecan cortan un poco de Jesús, como “un pedazo de un vestido nuevo” y tapan con la gracia su pecado, después vuelven a declarar que guardan la Ley, la ensalzan, la predican, casi la alaban, pero cuando se produce un agujero en sus vestiduras afirman: “qué bueno que tenemos la sangre de Jesús que nos cubre” . . . tristemente esto es lo que hacían muchos fariseos, querían usar al Mesías para cubrir los agujeros producidos por su ignorancia, desconocimiento y pecado. Jesús NO es un simple remiendo nuevo para cubrir los agujeros de nuestras ropas antiguas, Jesús es nuestra vestidura NUEVA, ¡Vistámonos de Él!
“vestíos del Señor Jesucristo”
Romanos 13:14
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