Un viernes por la noche, en el 2005, me encontraba en la casa de un amigo y hermano participando de la Cena del Shabat, era la primera vez que celebraba el Shabat según la tradición judía, con su buena cena correspondiente, con un buen vino, con el encendido de velas etc, etc. La verdad es que fue de mucha bendición conocer y vivir ciertas cosas que yo ignoraba y la verdad es que ignoraba muchas . . . aprovechamos esa cena tan especial y esa noche para hablar de la Torá, del Judaísmo, de Israel y de temas relacionados, tuve tanto interés por aprender acerca de las raíces hebreas/judías de muestra fe que cuando tuve la oportunidad de ir a una Yeshivá (Escuela don-de se estudia la Torá y el Judaísmo) no lo dudé ni por un momento y comencé a asistir. Esta Yeshivá era dirigida por Dan Ben Abraham, yo había leído su libro ISRAEL: MISTERIO Y REVELACIÓN y tenía mucha expectativa por todo lo que este Rabino nos iba a enseñar.

La Yeshivá se llevaba a cabo en una Comunidad Mesiánica con un trasfondo evangélico, cuando fui por primera vez me dieron una Kipá (gorrito para cubrirse parte de la cabeza) porque allí todos llevaban Kipá, fue la primera vez que me puse una Kipá, ¡qué ilusión!, no lo digo irónicamente, lo digo totalmente en serio, allí estaba yo entre todos los estudiantes con mi Kipá y mi nariz y barba judía, de verdad, me sentía super-emocionado y contento . . . había aproximadamente 30 personas, las clases se llevaban a cabo durante todo el fin de semana, pues allí estábamos en la comunidad, un viernes por la tarde, esperando a que comenzase la clase, la primera asigna-tura que estudiamos fue la historia de Israel, después, el Judaísmo, después estudiamos jurisprudencia judía y también estudiamos los Shevát Mitsvót Benéi Nóaj (conocidas en español como “Las 7 leyes de los hijos de Noé). Cuando llegué a mi ciudad, compartí con mi congregación lo que había aprendido, yo seguía estudiando la Torá, el Judaísmo y la cultura judía, decidí aprender hebreo y empecé a estudiar online, tuve cuatro profesoras judías y dábamos clase dos horas a la semana, una hora de clase y la otra hora para aclarar cualquier duda que hubiera podido surgir al hacer la tarea, estuve 3 años aprendiendo hebreo y me gasté una pasta porque el curso era bastante caro, una de las cosas que pude notar enseguida es que la forma de pronunciar algunas palabras hebreas del Rabino no era la correcta, esto fue algo que me chocó porque un Rabino que dirige un Yeshivá, que ha escrito varios libros y que ha hecho una nueva versión del Nuevo Testamento, debería pronunciar correctamente las pocas palabras hebreas que usa. Cuando llegó la hora de viajar para ir a la Yeshivá, se tocó el tema de Jesús, claramente el Rabino enseñó que Jesús NO era Dios y que los cristianos eran idólatras cuando adoraban a Jesús, convenció prácticamente a todos los estudiantes, esto no me lo esperaba porque en su libro ISRAEL: MIS-TERIO Y REVELACIÓN enseñaba otra cosa, después me di cuenta que dicho libro ya NO lo ha vuelto a publicar debido a sus cambios teológicos . . . muchos de los miembros de la Yeshivá se circuncida-ron y comenzaron a vivir como judíos, yo decidí dejar dicha Yeshivá porque las enseñanzas de este Rabino eran confusas y erróneas . . . él afirmó en la clase que habló de Jesús que él fue un santo del primer nivel, os dejo a continuación un testimonio que el propio Rabino nos contó mostrándonos lo que era un santo del primer nivel:

“UN TZADIK (SANTO) ESTABA EN SU CASA EN SHABBAT Y SE TOCÓ LA BARBA, EN ESE MOMENTO, PUDO NOTAR QUE SE HABÍA ARRANCADO TRES O CUATRO PELOS, CO-MO EN SHABBAT NO SE PUEDE HACER ESO, SE QUEDÓ TODO EL SHABBAT CON SU MANO EN LA BARBA . . . SE-GÚN EL RABINO, ESTE HOMBRE ES UN SANTO DEL PRI-MER NIVEL ESPIRITUAL.”

Algunos de la Yeshivá estuvieron a punto de llorar cuando escucha-ron este testimonio, de hecho, el propio Rabino estuvo a punto de llorar.

En ese momento, me preocupé porque los estudiantes aceptaban prácticamente todo lo que enseñaba este Rabino . . . este fue uno de mis motivos para aprender hebreo porque el diablo y los “Rabinos” de turno se aprovechan de nuestra ignorancia y muchos usan el hebreo para enseñar cualquier barbaridad . . .

¿Qué consigue un creyente imitando a un judío? Absolutamente nada. Me acuerdo en una ocasión haciendo Minjá (la oración realizada por la tarde) en la Comunidad y cuando nos pusimos a leer las oraciones todos se balanceaban, imagínate un grupo de 10 gentiles formando un Minyán (mínimo grupo de varones judíos para poder celebrar las plegarias públicas) y además yo y alguno más incircuncisos, si un judío (de los de verdad) hubiese visto semejante espectáculo, se habría reído de nosotros. Me acuerdo una vez después de un culto de la Comunidad preguntar a una hermana que si sabían lo que cantaban en hebreo (las canciones que cantaban estaban en hebreo) y me dijo que NO las entendían y yo me pregunto: ¿Es que Dios no entiende el español? ¿Se puede considerar alabanza el cantar canciones sin saber lo que se está cantando?

El judío respeta la fe genuina de los cristianos, lo que NO respeta son los que dicen que son judíos porque tienen un apellido judío o porque llevan Kipá y se comportan como si fuesen los más sabios, los más justos, los más dignos y llegando a ser “más judíos que los judíos”. Quiero dejar algo muy claro: ningún gentil podrá superar a un judío guardando la Torá, ¡NINGUNO!

Es triste que el descubrimiento de las raíces hebreas de nuestra fe en Jesús, se haya convertido en una piedra de tropiezo para muchos. Yo doy gracias a Dios por todo lo que he aprendido (y sigo aprendiendo), he examinado todo y me he quedado con lo bueno y en la medida que pueda, ayudaré a otras personas a conocer lo que yo he conocido y a evitar que caigan en algunos errores que pueden conducir a un precipicio peligroso.

Me acabo de acordar de una experiencia que viví en la Yeshivá que puede aclarar lo que he dicho de que las enseñanzas del Rabino eran confusas y erróneas:

Después de hacer que los varones de la Comunidad se circuncidaran y después de hacer que todos llevasen Kipá y Tsitsít (unos flecos especiales), les dijo que su circuncisión NO era válida y que no podían llevar Kipá, ni tsitsít . . . Suena un poco raro ¿verdad? Pues eso fue lo que les dijo, entonces añadió que para que su circuncisión fuese válida debían hacer una ceremonia llamada Hatafat Dam Brit que consistía en pinchar el pene para sacar una gota de sangre, to-dos los varones accedieron a llevar a cabo dicha ceremonia.

He querido compartir mi testimonio para que entiendas que cuando hablo, sé de lo que hablo, no estoy improvisando, estoy hablando de algo serio, estoy hablando de algo que puede llevarnos a desligarnos del propio Jesús.

Cuando te involucras en este movimiento o movimientos similares, crees realmente que estás agradando a Dios, crees que es mejor decir Hashem que decir Dios, decir Yeshúa que decir Jesús, decir Mashíaj que decir Cristo, crees que NO comiendo cerdo estás honrando a Dios y que Dios está contento contigo, comienzas a ver a los cristianos como pobres ignorantes que han sido engañados por la cultura griega . . . es triste ver a un amigo creyente diciendo que ca-da vez cree menos en Jesús y que lo necesita menos porque ahora ha encontrado su identidad judía y ha entendido la Torá.

Espero que este libro sea de mucha bendición y pueda arrojar un poco de luz en medio de tanto error y tanta confusión.

“Porque contigo está el manantial de la vida;
En tu luz veremos la luz.”
Salmo 36:9 - Reina Valera 1960

 

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Mentiras "Piadosas"

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