¿Es el corazón de una persona que ha nacido de nuevo perverso y engañoso? ¿Somos nuevas criaturas con corazones perversos? La Biblia nos dice que al nacer de nuevo, TODAS LAS COSAS son hechas nuevas:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí TODAS son hechas nuevas.”
II Corintios 5:17
Tenemos un nuevo corazón, un corazón de carne, un corazón que siente a Dios, un corazón limpio, Dios NO escribe su Ley en corazones perversos y engañosos, Dios nos da un nuevo corazón y escribe su Ley en él:
“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.”
Jeremías 31:33
El Espíritu de Dios mora en nuestro corazón:
“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!”
Gálatas 4:6
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones:
“el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”
Romanos 5:5
Nuestro corazón ha sido purificado, ha sido limpiado.
“y ninguna distinción hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.”
Hechos 15:9
Un corazón perverso y engañoso es un corazón malo, es un corazón sin fe:
“Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo.”
Hebreos 3:12
Los que tienen un corazón malo son los que NO han creído, son los que NO tienen el amor de Dios en sus vidas y éstos producen malos frutos, pero los que hemos creído, tenemos un corazón bueno, un corazón lleno de fe y de amor, por tanto, damos frutos buenos.
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo;”
Lucas 6:45
Los que afirman que el corazón del creyente es perverso y engañoso, están viviendo como si Jesús no hubiese derramado su sangre y no hubiese hecho un Nuevo Pacto mediante el cual recibimos un nuevo corazón y una nueva vida.
“Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.”
Ezequiel 36:26