“Porque os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.”
Mateo 5:20
¿Nos está diciendo Jesús que para entrar en el Reino de los Cielos tenemos que guardar los mandamientos de Dios mejor que los fariseos y escribas? ¿Nos está diciendo que oremos más, que estudiemos más, que ayunemos más, que demos más limosna que ellos? Si leemos este versículo a través de la Cruz entenderemos que lo que Jesús dice es que NADIE puede ser justo delante de Él con su propia justicia basada en su obediencia a la Ley de Moisés.
Algunos piensan que todos los fariseos y escribas eran hipócritas y que sus corazones estaban corrompidos, pero según el Talmud, de cada siete fariseos, uno tenía un corazón correcto y hacía las cosas por amor. Por tanto, es cierto que la mayoría de los fariseos eran religiosos, pero un grupo tenía un buen corazón. Las palabras de Jesús son dirigidas a todo el grupo de fariseos y escribas, por tanto, Jesús dijo que nuestra justicia debe ser mayor que la de ellos, incluso la justicia de ese grupito que intentaba agradar y guardar la Ley con corazones sinceros.
Jesús, en este versículo, nos dice que necesitamos una justicia mayor y la buena noticia es que LA TENEMOS . . . nuestra justicia supera a la de los fariseos y a la de los escribas porque tenemos LA JUSTICIA DE DIOS y esta justicia NO la hemos obtenido por ningún mérito, es un don (regalo):
“mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abun-dancia de la gracia y del DON DE LA JUSTICIA.”
Romanos 5:17
El problema de los fariseos y de los escribas es que intentaron establecer su propia justicia ignorando la justicia de Dios:
“Pues desconociendo la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.”
Romanos 10:3
Nosotros por la FE hemos recibido el DON DE LA JUSTICIA, y esta justicia no es la nuestra propia, es la justicia de Dios, por tanto, nuestra justicia, en el Nuevo Pacto, SUPERA A LA DE LOS FARISEOS Y ESCRIBAS porque ellos tenían su propia justicia a través de sus sacrificios, su obediencia, su arrepentimiento, sus obras . . . pero nosotros tenemos la JUSTICIA DE DIOS.
“. . . NO TENIENDO MI PROPIA JUSTICIA QUE ES POR LA LEY, sino la que es por la fe de Cristo, LA JUSTICIA QUE ES DE DIOS por la FE”
Filipenses 3:9
“Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos JUSTICIA DE DIOS en Él.”
II Corintios 5:21