“Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota (en griego: golpear con un látigo) a todo el que recibe por hijo.”
Hebreos 12:5 y 6

Muchos leen estos versículos y enseñan que Dios va detrás de nosotros con un látigo y en el momento que cometemos un pecado, Dios nos castiga enviándonos enfermedades (ya sea a nosotros o a nuestros hijos), problemas, escasez, e incluso, la muerte . . . muchos enseñan esto, yo NO. La interpretación tradicional de estos versículos, contradice el mensaje del Evangelio, contradice lo que ahora somos y tenemos en el Nuevo Pacto.

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
Isaías 53:5

El Mensaje del Evangelio es un mensaje de amor, de gracia, de perdón y de vida . . . cuando Jesús murió por nosotros, él cargó con TODOS nuestros pecados y el castigo de dichos pecados fue sobre él, por tanto, afirmar que Dios me castiga cuando pecó, sería lo mismo que decir que Jesús NO llevó en la Cruz nuestros pecados, ni nuestro castigo. Además, si Dios nos castiga usando una enfermedad o haciendo que tengamos escasez de algún tipo, entonces ¿por qué Jesús tuvo que derramar su sangre? ¿por qué tuvo que sufrir? Si por nuestro pecado, Dios nos da una gripe, ¿por qué después decimos que la paga del pecado es muerte, si por lo visto, con una gripe parece que se conforma Dios? Entonces ¿cómo debemos interpretar estos versículos?

Aunque ahora hablaré de lo que yo pienso de estos versículos, lo que debe estar MUY claro es que nuestra interpretación de este pasaje y de cualquier pasaje, NO puede contradecir lo que la Palabra de Dios nos enseña bajo el Nuevo Pacto y afirmar que Dios nos castiga, es afirmar algo que NO vemos en ninguna parte bajo el Nuevo Pacto, además, debemos interpretar los versículos teniendo en cuenta el contexto de la Carta y todo el capítulo 12, el escritor de Hebreos está animando y fortaleciendo a los creyentes judíos que estaban siendo perseguidos y que estaban siendo tentados a negar su fe en el Mesías y volver al tipo de vida que habían tenido en el Judaísmo, pero ¿cómo podemos dar fortaleza al perseguido si creemos que Dios está causando dicha persecución? ¿Qué aliento podemos dar al enfermo si creemos que es el mismo Dios quien está detrás de la enfermedad? ¿Qué animo podemos dar al que sufre si creemos que es Dios quien está causando ese sufrimiento? . . .

Cuando pensamos en la disciplina de Dios, solemos pensar que está hablando del castigo cuando pecamos, sin embargo, la disciplina NO tiene que ver con nuestro pecado cometido, en primer lugar, el versículo dice “el Señor al que ama, disciplina”, por tanto, la disciplina surge del amor de Dios y en segundo lugar, el Señor nos disciplina porque somos sus hijos, entonces ¿Qué quiere decir disciplina?

El Diccionario de la Lengua Española (RAE) dice que “DISCIPLINAR” es:

1. tr. Instruir, enseñar a alguien su profesión, dándole lecciones.

2. tr. Azotar, dar disciplinazos por mortificación o por castigo.

La palabra griega para disciplinar es PAIDEÚO y según el Diccionario Strong quiere decir: “entrenar a un niño, i.e. educar, o (por implicación) disciplinar (por castigo)”.

No me cabe la menor duda que cuando esta palabra es usada en este versículo, se refiere a entrenar, instruir y/o enseñar, por tanto, el Señor al que ama enseña, corrige, entrena, instruye . . . ¿No necesitan nuestros hijos ser instruidos? Claro que sí, de igual forma, nosotros siendo hijas e hijos de Dios necesitamos ser enseñados e instruidos por Él y por medio del Espíritu Santo y Su Palabra, Él nos disciplina, ¿No estamos en una carrera? ¿Necesitan disciplina los corredores? Por supuesto que sí, y de igual forma, nosotros somos disciplinados por el Señor para que podamos estar firmes en el día malo. El Señor nos disciplina para prepararnos y capacitarnos.

¿Y qué hay de la segunda parte del versículo 6: “Y azota a todo el que recibe por hijo”? Sinceramente no estoy muy seguro, pero lo que está claro es que los azotes en la época de Jesús, eran para los criminales y para los malvados, por tanto, los azotes NO pueden ser para las hijas y para los hijos de Dios, si Dios nos azota, él nos estaría tratando como criminales, es curioso lo que leemos en Proverbios 26:3 “el látigo es para el caballo”, por tanto, yo no creo que Dios nos trate como a caballos usando el látigo.

La disciplina y los “azotes” que recibimos NO son porque hemos pecado, la disciplina y los “azotes” son para prepararnos para la carrera, para la batalla, para el futuro. Creer que Dios está contando las veces que pecamos para que cuando se canse de nosotros, nos pueda castigar con el látigo de la enfermedad o del dolor o de la escasez, es creer en un Dios airado y castigador, gracias a Dios que ahora Dios NO tiene en cuenta nuestro pecado, ni lo recuerda, esto es el Nuevo Pacto.

“Porque seré propicio a sus injusticias, Y NUNCA más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.”
Hebreos 8:12

¿Creemos que cuando pecamos Dios recuerda nuestro pecado? En el Nuevo Pacto, Dios ya NO recuerda nuestros pecados, ni los tiene en cuenta, Dios es amor y el amor NO guarda rencor.

“no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, NO guarda rencor”
I Corintios 13:5

Otra versión dice:

“NO toma en cuenta el mal”

Voy a intentar dar una respuesta a la parte del versículo que dice: “Y azota a todo el que recibe por hijo”, yo creo que la carta a los Hebreos se escribió en hebreo, por tanto, alguien tuvo que traducirla al griego, posiblemente el traductor usó otro manuscrito y, por eso, puso la palabra “AZOTA”. La cita del libro de Hebreos viene de Proverbios 3:12 y lo más curioso es que dice:

“porque el SEÑOR a quien ama REPRENDE, como un padre al hijo en quien se deleita.”
LA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS

“Porque el Señor DISCIPLINA a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido.”
NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL 1999

“porque Yahveh REPRENDE a aquel que ama, como un padre al hijo querido.”
LA BIBLIA DE JERUSALÉN

En estas versiones encontramos “el Señor a quien ama reprende / disciplina”, ¿por qué cuando el escritor de Hebreos hace referencia a este preciso versículo cambió la palabra? Creo que el traductor tuvo otro manuscrito y, por eso, citó Proverbios usando la palabra AZOTAR.

Como hemos podido comprobar, la cita en Proverbios a la que se refiere el libro de Hebreos (12:5 Y 6) nos dice que el Señor nos corrige y disciplina, el Señor, como nos ama tanto, sabe que necesitamos cambiar, aprender y desaprender para que podamos participar de su vida, de su justicia y de su santidad, por eso, Él en su amor nos disciplina y nos trata como lo que somos: hijas amadas e hijos amados.

Dios NO azota con un látigo, de eso se encargaban los romanos y los judíos (Mt. 10:17; Mc. 10:34; Hch. 22:24), Dios ha venido a darnos una vida nueva basada en la fe, en la gracia, en la misericordia y en el amor, si alguien quiere meternos temor, esa persona no ha conocido el amor de Dios porque el perfecto amor de Dios echa fuera todo temor de nuestra vida.

“el que teme, NO ha sido perfeccionado en el amor.”
I Juan 4:18

Refugiémonos en los brazos de amor de nuestro Dios, caminemos con Él, vivamos en paz y sin temor. Él es nuestro ABBAH – Papá.

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Mentiras "Piadosas"

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