No vayas a por piedras y déjame explicarme. Cuando nacemos de nuevo, nuestros deseos cambian, antes queríamos hacer ciertas cosas, pero ahora que conocemos a Dios y hemos experimentado su amor, queremos edificar a los demás, queremos ayudar a los necesitados, queremos consolar a los afligidos, queremos levantar a los caídos, queremos ser instrumentos en las manos de Dios . . . entonces, ¿Puede hacer el cristiano lo que quiera? Por supuesto que sí porque el cristiano quiere vivir en la voluntad de Dios . . . una vez una mujer dijo a un predicador:
“Yo no quiero ser cristiana porque no voy a poder hacer las cosas que quiero hacer.”
El predicador le dijo:
“Eso NO es verdad, cuando te conviertes, puedes hacer todo lo que quieras.”
Entonces la mujer puso su fe en Jesús y nació de nuevo, pasaron unas semanas y la mujer se encontró con este predicador y le dijo:
“No entendía bien por qué me dijiste que si me convertía, podría hacer todo lo que quisiese, pero ahora que conozco a Dios, ya no quiero hacer lo que antes quería hacer, ahora he entendido tus palabras.”
Una vez que experimentas el amor de Dios y naces de nuevo, nuestros deseos y anhelos cambian, por tanto, ahora SÍ podemos hacer lo que queremos porque lo que queremos hacer es lo que nuestro Dios ha puesto en nuestros corazones.
“porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer”
Filipenses 2:13
