Podemos identificar nuestro ministerio por lo que sentimos en nuestro corazón, si estoy enseñando la Palabra ¿Cómo me siento? . . . Cuando pienso que estoy dando una profecía ¿Cómo me siento? . . . ¿Qué es lo que trae una verdadera satisfacción a mi corazón? . . . ¿Encuentro satisfacción cuando estoy evangelizando? . . . ¿Tengo paz después de hacer lo que hago? . . . Todas estas preguntas nos pueden ayudar a entender nuestro llamamiento y ministerio.