Antes (hace unos años) yo creía que guardar la Ley era algo posible, pero con el tiempo pude comprobar que la Ley NO se puede guardar, esto lo descubrí: estudiando la propia Ley, examinando mi propia vida y observando la vida de los que también creían como yo. Cuando digo que la Ley NO se puede guardar, me refiero a la Ley en su totalidad, la religión enseña que debemos intentar guardar la Ley, la religión nos dice: “Guarda el Shabat y si alguna vez tienes que trabajar en Shabat por cualquier motivo, no te preocupes, Dios ve la intención de tu corazón”, sin embargo, Dios dice en la Torá que si alguno trabaja en Shabat, debe morir (Ex. 31:14 y 15; 35:2 / Nm. 15:32), los hombres religiosos te dicen que NO pasa nada si trabajas en Shabat, que lo importante es, que en la medida que puedas, vayas guardando el Shabat, pero esto NO es Torá, repito: esto NO es Torá, los que enseñan esto, son ignorantes o nos mienten y por supuesto, NO están enseñando Torá, la Torá dice que si alguno trabaja en Shabat debe morir apedreado. Yo me acuerdo cuando comencé a estudiar las raíces hebreas de mi fe y conocí la Fiesta de Sucot (la Fiesta de los Tabernáculos), construimos la Sucá (especie de cabaña), comimos dentro, cenamos y los más valientes dormimos en la Sucá ¡Qué ilusión! Pero ¿Fui a Jerusalén a construir mi Sucá? ¡NO! Por tanto, si yo NO subo a Jerusalén para celebrar la Fiesta de los Tabernáculos como me ordena la Torá, entonces NO estoy guardando la Ley por mucha ilusión que tenga. Tengo que añadir que la Torá también nos dice que durante siete días debemos habitar en la Sucá y que cada día debemos ofrecer una serie de holocaustos, sacrificios y ofrendas.

“Estos, pues, son los mandamientos, los estatutos y los decretos que el SEÑOR vuestro Dios me ha mandado que os enseñe, para que los cumpláis en la tierra que vais a poseer, para que temas al SEÑOR tu Dios, guardando TODOS sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno, tú y tus hijos y tus nietos, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.”
Deuteronomio 6:1-2

“Congrega al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al forastero que está en tu ciudad, para que escuchen, aprendan a temer al SEÑOR tu Dios, y cuiden de observar TODAS las palabras de esta ley.”
Deuteronomio 31:12

Las personas que afirman que guardan la Ley, deberían hablar con un poco más de propiedad, porque lo único que hacen es intentar guardarla, pero Dios nunca dijo: “intentad guardad mis mandamientos”, Dios dijo: “guardad TODOS mis mandamientos.”. Jesús ministró bajo el Antiguo Pacto y predicó la Ley de Moisés, él no dijo: “Intentad ser perfectos”, Jesús  dijo: “Sed perfectos” (Mt. 5:48), cuando la gente escuchó estas palabras, sabía que Jesús les estaba exigiendo una vida de obediencia COMPLETA a la Torá, les estaba exigiendo algo que NADIE pudo llevar a cabo, sólo ÉL pudo ser perfecto.

“Y sucederá que si obedeces diligentemente al SEÑOR tu Dios, cuidando de cumplir TODOS sus mandamientos que yo te mando hoy, el SEÑOR tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra . . . no te desvíes de NINGUNA de las palabras que te ordeno hoy . . . Pero sucederá que si no obedeces al SEÑOR tu Dios, guardando TODOS sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán . . . Si no cuidas de poner en práctica TODAS las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible, el SEÑOR tu Dios, entonces el SEÑOR hará horribles tus plagas y las plagas de tus descendientes, plagas severas y duraderas, y enfermedades perniciosas y crónicas. Y traerá de nuevo sobre ti todas las enfermedades de Egipto de las cuales tenías temor, y no te dejarán. También toda enfermedad y toda plaga que no están escritas en el libro de esta ley, el SEÑOR traerá sobre ti hasta que seas destruido.”
Deuteronomio 28:1, 14 y 15, 58-61

Que nadie nos engañe, la Torá es “obedece o muere”, “el alma que pecare, esa morirá”, esta es la Ley del pecado y de la muerte, gracias a Jesús, ahora en Él, somos libres de esa Ley.

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.”
Romanos 8:2

Algunos quieren suavizar la seriedad de la Ley diciéndonos que la palabra Torá en realidad significa “instrucción” y esto es cierto, ya que la palabra TORÁ admite varios significados, pero independientemente si la palabra Torá es traducida por Ley o por instrucción o por enseñanza o por dirección, el que NO guarda la Ley o la instrucción o como queramos traducirla, debe morir. Algo muy interesante es que la palabra para Ley en griego es “nomos”, esta palabra fue la que usaron los rabinos judíos que tradujeron la Torá al griego aproximadamente en el 250 A.C., por tanto, no solamente Pablo usa la palabra “Nomos-Ley” para traducir la palabra hebrea “Torá”. Algo que me llama la atención es que cuando un judío se refiere a la Torá de Moisés, no suele decir: “La Instrucción de Moisés”, suele decir: “La Ley de Moisés”. La Ley Oral en hebreo es TORÁ SHEBEAL PE y, la gran mayoría de las veces, NO se traduce como: “La Instrucción Oral”. Entonces, si alguien nos pregunta porque decimos que la Torá es Ley, podemos dar tres respuestas:

- Porque los rabinos judíos así la tradujeron en la versión que hicieron en griego llamada: “La Versión de los 70” o “Septuaginta” (250 A.C.).

- Porque Pablo y algunos escritores del Nuevo Testamento usaron la palabra “Nomos-Ley” para hablar de la Torá.

- Porque actualmente los propios judíos traducen la palabra Torá como “Ley” en muchas ocasiones (por ejemplo, cuando hablan de la Torá Shebeal Pe / la Ley oral).

Pero ya sea que digamos “instrucción” o “enseñanza” o “Ley”, la Torá era algo obligatorio, era algo MUY serio, era una carga que el Pueblo de Israel tuvo que llevar bajo el Antiguo Pacto.

Cuando estudiamos el Antiguo Pacto y entendemos la Ley de Moisés, podemos ver que la Ley fue dada principalmente para mostrarnos una cosa: que somos pecadores y que necesitamos la misericordia de Dios.

La Ley NO fue dada para que agradásemos a Dios, la Ley NO fue dada para que vivamos en santidad, la Ley fue dada para que el pecado abundara (Ro. 5:20), esto es algo que contradice lo que se enseña hoy en día en muchas sinagogas e iglesias, pero es lo que Pablo afirmó categóricamente: la Ley se introdujo para que abundara el pecado, gracias al Eterno, el propio Pablo añade que cuando el pecado abundó, sobreabundó la Gracia.

“Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia, para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.”
Romanos 5:20 y 21

Pablo nos enseña que . . .

. . . la Ley es dada para que conozcamos el pecado.

“pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado.”
Romanos 3:20

“yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la ley; porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la ley no hubiera dicho: NO CODICIARAS. Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia”
Romanos 7:7 y 8

. . . la Ley despierta “pasiones pecaminosas”.

“Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas por la ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte.”
Romanos 7:5

. . . la Ley hace que el pecado llegue a ser “en extremo pecaminoso”, la Ley nos muestra la perversidad y la maldad del pecado. El pecado es “en extremo pecaminoso” y el mandamiento nos lo muestra.

“por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso.
Romanos 7:13

. . . la Ley da fuerza al pecado, ya que si NO hay Ley, NO se puede imputar a nadie de pecado (Ro. 5:13), por tanto, tampoco se le puede condenar.

“El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley;”
I Corintios 15:56

. . . la Ley es dada para que ABUNDE el pecado, la Ley no fue dada para reducirlo, la Ley fue dada para que el pecado se incrementase, por tanto, ¿por qué algunos enseñan que la Ley te hará pecar menos cuando fue dada justo para lo contrario?

“Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia, para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.”
Romanos 5:20 y 21

Cuando logramos entender todo lo que Pablo nos enseña de la Ley de Moisés, no tendremos ningún problema entendiendo lo que él también afirmó:

  • que somos libres de la Ley (Ro. 7:6)
  • que hemos muerto a la Ley (Ro. 7:4)
  • que ya NO estamos bajo la Ley (Ro. 6:14, 15 / Gl. 5:18)

Pablo nos dice que vivimos por fe, no por la Ley, vivimos en la novedad del Espíritu, no en el arcaísmo de la Ley, la letra mata, pero el Espíritu da vida, es muy difícil entender y creer todo esto si creemos que la Ley fue dada para que viviésemos en justicia y santidad. La Ley de Moisés, incluyendo los 10 mandamientos, era y es un ministerio de condenación y de muerte.

“Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria . . . ¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu? Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de justicia.”
II Corintios 3:7, 8 y 9

. . . la Ley fue dada para mostrarnos que necesitamos la gracia de Dios, que necesitamos la misericordia de Dios, que necesitamos un Salvador:

“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús . . .”
Gálatas 3:24-26

El “ayo” del que habla Pablo, NO es el Maestro, la palabra griega es “paidagogos” y este “ayo” era un siervo o un esclavo que llevaba a los niños a la Escuela para ser instruidos por el Maestro, la Ley era el siervo/esclavo que nos llevó al Maestro, por tanto, la Ley NO es nuestro Maestro, nuestro Maestro es una persona llamada Jesús y Jesús es más grande que cualquier “ayo”. Por eso, ahora que ha venido el Maestro YA no estamos bajo “ayo”. ¿Quién es nuestro Maestro: Moisés o Jesús? ¿Somos discípulos de Moisés o somos discípulos de Jesús? . . .

“Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree.”
Romanos 10:4

Jesús es el fin, el propósito, la finalidad, la meta de la Ley, una vez que Jesús vino, ya NO estamos bajo tutores ni guardianes, ya no estamos bajo la Ley.

Muchos rabinos y maestros NO están usando la ley legítimamente, están usando la Ley para lo que NUNCA fue dada. Cuando Jesús predicaba, él usaba la Ley debidamente porque la usaba para mostrar a los hombres que NO podían agradar a Dios, la Ley mostró a los hombres que NO eran justos y estaban lejos de Dios.

“Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente . . .”
I Timoteo 1:8

Jesús vino en una época en la que los fariseos pensaban que guardaban la ley de Moisés, creían que eran justos y que no eran pecadores, Jesús cuando les confronta, les mostró todo lo que abarca la Ley de Moisés, Jesús amó la Ley, cumplió la Ley, enseñó la Ley y la engrandeció mostrando que todos los que pensaban que estaban cerca de Dios, en realidad estaban lejos de Él, sabemos que muchos fariseos dieron su vida por la Ley, pero Jesús afirmó que la justicia de los escribas y fariseos NO era suficiente para entrar en el Reino de Dios (Mt. 5:20), los escribas y fariseos NO alcanzaron la justicia de Dios (Pablo afirmó que no la alcanzaron porque querían establecer su propia justicia a través de su obediencia y sus obras – Ro. 10:3 y 9:32). Jesús dijo:

“¿No os dio Moisés la ley, y sin embargo NINGUNO de vosotros la cumple?”
Juan 7:19

El testimonio de Jesús es claro: “NINGUNO de vosotros la cumple”. No solamente Jesús, nuestro Rabino, hizo esta declaración, también Pedro afirmó:

“Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que NI nuestros padres NI nosotros hemos podido llevar?”
Hechos 15:10

Un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar. Este yugo es la Torá de Moisés, la Ley en el Pueblo de Israel siempre se ha visto como un yugo, ¿Te hablan del Yugo de la Ley y de los mandamientos los que quieren que vuelvas a la Torá de Moisés? . . .

“en lo que respecta a la Torá,

el hombre debe en todo momento

poner su hombro bajo el yugo,

como un buey y llevar la carga como un asno”
Avodah Zarah 5b

Pablo nos habla de este yugo (Gl. 5:1) porque los Gálatas estaban pensando en circuncidarse y guardar la Ley de Moisés, Pablo, que era un Sabio de la Torá enseñado a los pies de uno de los grandes Rabinos llamado Gamaliel (Hch. 22:3), les dice a los Gálatas: “si os circuncidáis, tenéis que guardar TODA la Ley”.

“Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir TODA la ley.”
Gálatas 5:3

Pablo sabía que la Ley no es un juego, no podemos decir me quedo con este mandamiento, pero no me quedo con aquel, no podemos elegir los mandamientos de la Ley que a nosotros nos gusten más o que sean más fáciles de cumplir, es todo o nada, es la bendición o la maldición, es la muerte o la vida . . . en el momento que te circuncidas, Pablo afirma que tienes que guardar TODOS los mandamientos y Pablo sabe que NADIE ha podido guardar TODA la Ley, sólo una persona pudo hacerlo: JESUCRISTO.

Pablo llegó a decir a los Gálatas algo MUY significativo:

“Porque ni aun los mismos que son circuncidados guardan la ley, mas ellos desean haceros circuncidar para gloriarse en vuestra carne.”
Gálatas 6:13

En otras palabras Pablo le dice: “Esos que hablan mucho de la circuncisión en la carne y de la Torá, ni siquiera ellos guardan la Ley”. Pablo sabe bien lo que dice porque conocía MUY bien la Ley y sabía que NADIE puede cumplir TODA la Ley.

Santiago también afirmó:

“Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable de todos.”
Santiago 2:10

Algunos creyentes dividen la Ley en leyes morales, maritales, laborales, ceremoniales, civiles, penales, dietéticas . . . y haciendo esto intentan mostrarnos que algunas leyes están vigentes, pero otras no, pero la Ley es una unidad y cuando quebrantas un mandamiento, estás quebrantando la Ley, ¿quiénes somos nosotros para afirmar que una determinado mandamiento de la Ley debe guardarse y otro no? ¿Quiénes somos nosotros para afirmar que lo importante es que intentemos guardar la Ley? Algunos afirman que los 10 mandamientos están vigentes bajo el Nuevo Pacto, pero esto NO es cierto:

“Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro . . . si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.”
II Corintios 3:7 y 9

Los 10 mandamientos son llamados “ministerio de condenación” y “ministerio de muerte”, estas letras grabadas en piedra eran las que nos condenaban y mataban, por eso, Pablo afirma que “la letra mata (produce muerte), pero el Espíritu vivifica (da vida)” (II Co. 3:6). Que nadie nos confunda ni nos engañe, la Ley y los mandamientos NO fueron dados para que pudiésemos vivir en justicia y santidad, NO fueron dados para darnos vida, fueron dados para mostrarnos que somos pecadores y que merecemos morir, fueron dados para que el hombre entendiese que sin el amor, la gracia y la misericordia de Dios está perdido. Si el propósito de la Ley hubiera sido vivir sin pecado delante de Dios, dicho propósito habría sido un rotundo fracaso porque nadie consiguió guardar TODA la Ley. La Ley fue dada para mostrarnos que necesitamos la gracia de Dios, que necesitamos la misericordia de Dios, que necesitamos un Salvador:

“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús . . .”
Gálatas 3:24-26

Si vamos al A.T. tenemos la misma enseñanza de Jesús, de Pedro, de Pablo . . . NO hay ni un justo:

“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.”
Eclesiastés 7:20

“Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) . . .”
II Crónicas 6:36

“. . . porque NO es justo delante de ti ningún viviente.”
Salmo 143:2

“¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?”
Proverbios 20:9

Pablo usa esta realidad cuando afirma:

“porque ya hemos denunciado que tanto judíos como griegos están TODOS bajo pecado; como está escrito: NO HAY JUSTO, NI AUN UNO . . .”
Romanos 3:9 y 10

Todos los versículos citados nos muestran claramente que NADIE pudo cumplir la Ley, solamente Jesús. Todos, tanto judíos como gentiles, estábamos bajo pecado y maldición.

Llegó un momento en el que el Pueblo de Israel pecaba de tal forma que NO cesaban de hacer sacrificios derramando sangre de animales por sus pecados, el Eterno les tuvo que decir:

“¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios? --dice el SEÑOR. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de ganado cebado; y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace. Cuando venís a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios? No traigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso me es abominación. Luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas: ¡no tolero iniquidad y asamblea solemne! Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma; se han vuelto una carga para mí, estoy cansado de soportarlas. Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre.”
Isaías 1:11-15

Todo lo que hacía el Pueblo, según ellos, era guardar la Ley: hacer sacrificios, holocaustos, sangre de corderos, dar ofrendas, incienso, Luna Nueva, Días de Reposo, asambleas, fiestas señaladas, levantar manos, multiplicar oraciones, todo esto que vemos aquí en Isaías era TORÁ, pero ¿qué mostraban los sacrificios? Que eran pecadores, que nos les importaba pecar porque tenían una ley que les permitía expiar sus pecados, el Eterno estaba harto de todo esto. Las manos manchadas de sangre eran manos manchadas de los sacrificios, es decir, manos llenas de pecado. Pablo nos dice algo muy interesante:

“La ley NO es de fe”
Gálatas 3:12

Pablo nos dice que aunque no tenga fe, una persona puede guardar partes de la Ley, el que no asesina está cumpliendo un mandamiento, el que no adultera está cumpliendo otro mandamiento, el que no roba también cumple un mandamiento etc etc pero ¿dónde está el corazón? La Ley NO es de fe, la Ley no tiene que ver con el corazón, la Ley tiene que ver con las obras, con el obedecer a los mandamientos sin importar lo que creas.

“Sin embargo, la ley no es de fe; al contrario, EL QUE LAS HACE, VIVIRA POR ELLAS.”
Gálatas 3:12

Hay muchas recompensas que vienen cuando guardamos la Ley, el problema es que, por causa de nuestra debilidad, nadie las puede alcanzar porque nadie puede cumplir TODAS las palabras de la Ley, por tanto, la Ley NO pudo darnos vida, no pudo justificarnos, no pudo santificarnos, no pudo redimirnos, no pudo evitar que pecásemos . . . entonces ¿qué esperamos conseguir cundo intentamos guardar la Ley? . . . recordemos: lo que la Ley no pudo hacer, Dios lo hizo por medio de Su Hijo ¡AleluYah!

“Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne . . .”
Romanos 8:3

“Porque si se hubiera dado una ley capaz de impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido de la ley.”
Gálatas 3:21

“Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil (pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.”
Hebreos 7:18 y 19

El mandamiento anterior ha sido anulado para todos los que hemos creído en lo que Dios ha hecho por medio de Jesús, ahora nosotros nos acercamos a Dios por nuestra fe y mediante una “mejor esperanza”.

Jesús dijo que la vida solamente está en Él:

“Examináis las Escrituras porque VOSOTROS PENSÁIS que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida.”
Juan 5:39 y 40

La vida no está en las Escrituras, la vida está en Él y todos los que vamos a Él experimentamos una nueva vida espiritual y eterna. Muchos piensan que en las Escrituras está la vida, pero sólo Jesús es el Camino, la Verdad y la VIDA.

Veamos algunas recompensas por guardar la Ley de Moisés:

“Bendito el fruto de tu vientre, el producto de tu suelo, el fruto de tu ganado, el aumento de tus vacas y las crías de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa . . . Y el SEÑOR te hará abundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu suelo, en la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que te daría.”

Estas bendiciones y algunas más que encontramos en Deuteronomio 28 tienen que ver con la carne, son bendiciones físicas. De estas bendiciones en la carne han surgido los predicadores corruptos de la prosperidad que ofrecen coches caros, casas de lujo, buenos trabajos . . . estos predicadores usan el sistema del Antiguo Pacto cuando afirman "Obedece y Dios te dará", "Diezma y te vendrá bendición" . . . PERO . . . ¿Dónde dice la Ley que si guardas TODOS los mandamientos conocerás a Dios? En ningún lugar, las bendiciones de la Ley de Moisés son bendiciones en la carne, pero las bendiciones del Nuevo Pacto son principalmente bendiciones espirituales:

“He aquí, vienen días--declara el SEÑOR-- en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos--declara el SEÑOR; porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días--declara el SEÑOR--. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: "Conoce al SEÑOR", porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande--declara el SEÑOR-- pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.”
Jeremías 31:31-34

El Nuevo Pacto es mejor y si es mejor es porque es diferente. Las bendiciones del Nuevo Pacto son principalmente espirituales: poder conocer a Dios de una forma personal, tener vida en abundancia, ser perdonados, ser amados y aceptados, poder experimentar gozo y paz, tener esperanza, poder descansar en Él . . . y claro que Dios hizo el Nuevo Pacto con Israel, la Biblia lo dice claramente, pero también podemos ver como a los gentiles se nos permite la entrada a ese Nuevo Pacto a través del Mesías y Salvador del Mundo, todos los que creemos en Jesús, hemos pasado a formar parte de la Familia de Dios, todos los gentiles que creemos en Jesús, hemos sido injertados en el Olivo, en el Israel de Dios.

Llevo más de 30 años siguiendo al Señor y he hablado con muchas personas, ninguna me ha dicho: “Juan, Dios ha puesto en mi corazón que me tengo que circuncidar”. Nadie me ha dicho eso porque esa NO es la Ley que Dios pone en nuestro corazón, la Ley que el Eterno pone en nuestro corazón es Torat Mashiaj (la Ley del Mesías), la Ley del Amor, nadie me ha dicho: “Juan, Dios ha puesto en mi corazón que tengo que casarme con mi cuñada, ya que mi hermano murió el mes pasado” (Ley del Levirato), NADIE me ha dicho estas cosas, PERO lo que SÍ me han dicho es: “Dios ha puesto en mi corazón que tengo que perdonar a mi padre”, “Dios ha puesto en mi corazón que tengo que escuchar y pasar más tiempo con mis hijos”, “Dios me ha dicho que tengo que amar a mi vecino” . . . esto SÍ me lo han dicho muchos creyentes porque está es la Ley vigente bajo el Nuevo Pacto: la Ley del Mesías . . .

Nosotros, los creyentes, no asesinamos a nadie porque exista una Ley que nos diga: “No asesinarás”, nosotros no asesinamos a nadie porque en nuestro corazón NO está el deseo de asesinar a nadie, sino todo lo contrario, está el deseo de hacer el bien a nuestro prójimo. Dios ha puesto en nosotros un nuevo corazón y ha derramado su amor en nuestra vida, la Ley NO nos impide pecar, es el amor el que nos impide pecar contra Dios y contra nuestro prójimo, la Ley del Mesías ha sido escrita en nuestros corazones.

“aunque no estoy sin la ley de Dios, sino bajo la ley del Mesías”
I Corintios 9:21

“Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley del Mesías.”
Gálatas 6:2

Los que NO han creído en el Evangelio, los que NO han participado del Nuevo Pacto, los que NO han experimentado el nuevo nacimiento, los que NO tienen el Espíritu de Dios en sus corazones, los que NO conocen a Dios, los religiosos y legalistas . . . todos estos y algunos más son los que necesitan la Ley de Moisés porque necesitan entender que NO conocen a Dios, que son pecadores y que necesitan la gracia y la misericordia de Dios.

“Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente, reconociendo esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los inmorales, homosexuales, secuestradores, mentirosos, los que juran en falso, y para cualquier otra cosa que es contraria a la sana doctrina . . .”
I Timoteo 1:8-10

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