“Aún tengo muchas cosas que deciros, PERO ahora no las podéis sobrellevar.”
Juan 16:12 y 13

Había cosas que NO podían sobrellevar los discípulos de Jesús y estas cosas son las que Pablo recibe, el Evangelio, un entendimiento profundo del Nuevo Pacto y de la obra del Mesías, Pablo llama a lo que el Señor le mostró: “la extraordinaria grandeza de las revelaciones” (II Co. 12:7).

Cuando muchos me oyen, entran en pánico porque necesitan tener mandamientos, algunos los usan para obtener beneficios, otros los usan para esclavizar a los creyentes, algunos otros los usan para controlar a las personas, otros los utilizan para compararse con los demás y enaltecerse, otros intentan justificarse y santificarse con ellos, etc, etc, etc PERO . . .

. . . ¿Necesitamos la Ley para tener una relación con Dios? ¿Necesitamos la Ley para conocer a Dios? ¡NO y NO!

Adán y Eva NO tenían Ley y caminaban con Dios, tenían una relación de amistad con Él, Enoc caminaba con Dios y agradaba a Dios y NO tenía Ley, Noé tampoco tenía Ley y halló gracia y heredó la justicia que es por la fe (Heb. 11:17), Abraham NO tenía Ley y fue llamado amigo de Dios . . . hay vida fuera de la Ley, podemos conocer a Dios sin tener Ley, podemos caminar con Él, podemos agradarle, podemos llegar a ser sus amigas y sus amigos, y lo que es más importante, sus hijas y sus hijos.

Muchos afirman que Jesús nos lleva a la Ley, pero no es cierto, Jesús nos lleva al “Huerto del Edén”, Jesús ha restaurado la relación que el hombre en un principio tenía con Dios, caminando con Dios, conociendo a Dios, siendo enseñado por Él, ahora podemos caminar sin mancha delante de nuestro Dios, ya que hemos sido lavados por la sangre del Mesías, hemos sido justificados, hemos sido santificados, hemos sido perfeccionados, Dios nos ha perdonado nuestro pecado y NO lo recuerda . . . para algunos Jesús es el principio de la Ley, ya que afirman que si conoces a Jesús entonces ahora debes guardar la Ley, ahora comienza tu vida en la Ley, PERO Jesús NO es el principio de la Ley, es el FIN DE LA LEY (Ro. 10:4), una vez en el Mesías, ya no estamos “bajo ayo” (Gl. 3:25), hay vida fuera de la Ley y esa vida está en el Autor de la Vida, en el Hijo de Dios, en Jesucristo. Él es la Vida.

“Escudriñad las Escrituras; porque A VOSO-TROS OS PARECE que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida.”
Juan 5:39 y 40

“Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida GRATUITA-MENTE.”
Apocalipsis 22:17

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