Yo NO iría a una “iglesia” donde no voy a crecer espiritualmente, si el Pastor de dicha “iglesia” predica constantemente de la condenación, yo no iría a esa “iglesia” porque saldría deprimido, si en una “iglesia” se predica que Dios ya no hace milagros, yo NO iría a esa iglesia porque la fe viene por el oír y lo que oímos afecta lo que vivimos, si en una “iglesia” siempre se habla del diezmo y se enfatiza la prosperidad, yo no iría a esa iglesia porque ninguna “iglesia” debe estar centrada en el dinero, ni debe enfatizar el diezmo.
La verdadera Iglesia somos NOSOTROS, LOS CREYENTES y cuando nos reunimos como Iglesia, nos juntamos para edificarnos y crecer juntos. La Iglesia debe ser un abrazo de Dios donde nos sentimos amados y valorados, donde sabemos que vamos a crecer en el Amor, en la Gracia y en la Fe . . . donde todos participamos y Dios es glorificado en medio de nosotros.